LLUVIA PIADOSA
Desciendes como escarcha desde el cielo
y luego ruborosa… ¡te revelas!
Te precipitas, te enloqueces, vuelas
y quiebras del espacio, el sacro velo.
Tomas por aposento el tibio suelo
do germinas la vida, y te consuelas,
cuando en sus surcos tus bondades rielas,
saciándole a la tierra, sed y anhelo.
Y a mí, que en mi profuso desconsuelo
en ti consigo silenciar enojos,
me lavas las tristezas de los ojos.
Me libras de las sombras del quebranto
y te confundes con mi propio llanto,
dándome paz… ¡y en mi dolor consuelo!
¡Oh lluvia! Eres en mi alma el riachuelo.
que cura con piedad… mi desencanto.
Adamis Barrios.
Maracaibo – Venezuela.
Domingo, 10 de octubre de 2.010.
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