BARCAS DE PAPEL
Zarparon de mi puerto esta mañana
mis barcas de papel, ya envejecidas,
muy enfermas de amor, languidecidas,
se hicieron a la mar a hora temprana.
Yo me quedé mirando en la ventana
cuando alzaron sus velas corroídas,
y se fueron mis barcas doloridas,
distanciando en las aguas porcelana.
¡Pobre mis tristes barcas lastimadas!
Por tu orgullo febril, bella mujer
y como nunca las quisiste ver,
decidieron morir desconsoladas,
naufragando mis cartas ignoradas
convertidas en barcas de papel.
Adamis A. Barrios L.
Maracaibo – Venezuela
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